domingo, 26 de junio de 2011

Manila - Filipinas (última parte...)


(Última parte...)

Muchos en Manila (si no todos los nativos) hablan Tagalo, pero los carteles, menús, todo está en inglés. Fui a un espectáculo musical llamado “Kaos”, en un teatro que estaba en el complejo del hotel en que me alojé – había también un casino y un centro comercial. El musical es una producción filipina, en plan “Circo du Soleil”, y estuvo genial. Magia, música, baile, tigres y leones de verdad en escena: ¡muy emocionante! Además, con el cambio de moneda, la entrada me salió bastante más barata que si el espectáculo hubiera sido en Europa…


Fui a un mercado de mariscos muy curioso. De un lado, está en mercado propiamente dicho, donde exponen y venden los pescados, gambas y variados frutos del mar pescados en el día. 


En las neveras que están cerca, puedes coger también verduras, y al final llevas todo a la balanza, te lo pesan, tú lo pagas y te dan un número. Con este número, te vas a la otra parte del mercado, te sientas en una mesa, cuelgas el número sobre la mesa, y espera mientras preparan en el momento lo que acabas de comprar y te lo sirven en la mesa en un rato. 


Quitando algunos mosquitos que insistían en picarme, el ambiente era agradable, limpio y familiar, la comida muy rica, y apenas ha tardado. En los fines de semana, hay largas colas de familias esperando para comer o cenar – cuando los Filipinos salen a comer en familia, ellos realmente llevan a toda la familia…


Estuve brevemente en la zona de Tagaytay, a unas pocas horas de Manila. Tagaytay es el destino favorito de muchos extranjeros que van a Filipinas de vacaciones o a vivir, porque al estar en una zona más alta, no hace tanto calor. Además, la zona es muy bonita, llena de tiendecitas de frutas por el camino (he visto mucho mango, plátano y jaca), y tienen un volcán (todavía activo) como una de sus atracciones turísticas. Me han llevado a comer en un restaurante natural muy bonito, dónde se come ensalada cultivada allí mismo, zumos naturales y pasta casera. 

Después de comer, masaje de pies en un SPA dentro de la propia zona del restaurante – no hay nada como un masaje de pies a la hora de la siesta,  en un sitio lleno de verde, pájaros cantando y caídas de agua… El único problema fue que, después de salir del restaurante-SPA, y hasta que llegáramos cerca del volcán, se ha hecho noche… Así que me han dicho “ahí está el famoso volcán”, pero la verdad es que no he visto más que una zona negra, con puntitos de luz – que no era lava, sino las casas alrededor del volcán… Tendré que volver a Tagaytay…


Tengo además, otros motivos para volver a Filipinas: Manila me ha gustado mucho, me lo pasé genial allí, pero todos dicen que lo mejor de Filipinas no es Manila, si no las afueras… Hay muchas playas que dicen que son muy bonitas, unas casi vírgenes, otras perfectas para el buceo y piscinas naturales que no me ha dado tiempo de conocer. Aunque sea un país de dimensiones pequeñas, las distancias para ir en coche desde Manila a las playas puede llegar a más de 7 horas, así que lo mejor es coger un avión, y en cerca de 1 hora puedes estar en puntos lejanos e incluso en otras islas – y, según dicen, muy bonitos. 


Quiero volver a Filipinas. No me importaría pasar unos 2 días en Manila,  para disfrutar de la ciudad, pero sin duda me gustaría conocer todo lo demás que el país tiene para ofrecer. Gente educada, que habla inglés, y con muchas playas fantásticas por conocer: habría que estar loca para no querer volver a Filipinas…


1 comentario:

Anónimo dijo...

its lysistm