martes, 3 de noviembre de 2009

Ya de vuelta de las vacaciones

¿Por dónde empezar?

Dentro de 2 días hará exactamente 1 mes que he vuelto de mis vacaciones en Brasil.

Estuve a punto de compartir aquí los detalles de mi viaje muchas veces, pero entre que uno “descansa” de las vacaciones (si, se puede cansar mucho con tantos paseos, fotos y diversión), y luego se ve atrapado en la rutina, fueran pasando los días…

Lo importante es que aquí estoy yo, y con ganas de compartir con vosotros algunas de las muchas y maravillosas experiencias en mi viaje “a casa”.Mi ciudad - Vitória - Espírito Santo - Brasil

Los que viven fuera de su tierra natal a lo mejor comparten conmigo lo bueno que es volver y sentirse de verdad parte de aquel sitio. Es un mixto de emociones, porque a la vez que mi siento parte de todo que está allí (personas, calles, sitios, costumbres) ya no soy parte de aquello… Es volver a lo conocido y seguro, pero de una manera diferente, porque yo estoy diferente. Pero, por lo menos en mi caso, esta sensación es buena, muy buena…

Mis padres se han empeñado en darnos un trato más que especial: desde la decoración de la casa, regalitos, mis comidas favoritas, ellos se han ocupado de organizar paseos a sitios bonitos, encontrar tiempo para estar con nosotros y darnos toda la atención que ha hecho de nuestros días allí días felices.

Además, estábamos con los últimos detalles de la boda de mi hermana, lo que también nos ha unido mucho.Foto sacada en la Iglesia, en la boda de mi hermana

Por seguir un orden cronológico, nuestra primera parada después de Madrid (y de la conexión en Lisboa) fue en Salvador de Bahía. Yo ya había estado allí algunas veces, pero presentar la ciudad a los turistas es una tarea curiosa… Yo intentaba ponerme en su sitio y planear actividades espectaculares, pero a la vez cosas tan pequeñas como el color de las cosas que se veía por la calle, la belleza de las playas con sus palmeras, las frutas que solamente tenemos allí y el trato amable de la gente era suficiente para que desfrutasen de un día muy agradable. Cuando me di cuenta de eso, pasé a desfrutar aun más…

Los 4 días en Salvador nos han pasado volando…

Probé comidas típicas de allí;
Carne de Sol com Arroz Branco, Purê de Mandioca e Feijao Tropeiro

Tomé el sol y caminé por la playa a la primera hora de la mañana (aprovechando que nuestro hotel estaba a menos de 40 metros de la playa, y con vistas para el mar);
Praia de Itapua

Visité sitios históricos;
Igreja do Senhor do Bonfim

Compré algunos regalos y artesanías típicas (menos de lo que me gustaría, pero el límite de peso del equipaje es un factor importante a considerar);
Mercado Modelo

He visto la puesta del sol con un amigo que no veía hace años;
Praia da Barra

Y al final, pude comprobar, una vez más, que mi país, a pesar de todo, tiene cosas muy bonitas…

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