La fiesta celebrada en Pamplona en honor a San Fermín es bastante famosa. Me acuerdo que, antes de venirme a España, mi primo me ha comentado que se tiró toda la noche despierto, esperando con ansiedad al momento del encierro, pero que todo fue tan rápido que no le ha dado tiempo de sacar ni una sola foto. Y no es para menos: se recoge los poco más de 800 metros en cerca de 2 ó 3 minutos. Este es el tiempo que tienen miles de personas (entre turistas, personas disfrazadas y corredores profesionales) para coger detrás, delante y al lado de los 6 ó 8 toros hasta llegar a la Plaza de Toros.
Yo no soy una experta en el tema ni mucho menos. Tampoco soy una aficiona a los encierros. Pero la verdad es que esta semana he madrugado todas las mañanas para acompañar al cántico que anteceden a los encierros, y luego asistir a la carrera. Y algunos días me he pillado a mi misma cantando “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos tu bendición”…Veo a todo este evento con una mezcla de curiosidad, miedo y morbo. Por la lógica, no alcanzo
comprender lo que motiva tanta gente a venir desde otras ciudades o países para correr junto a los toros. Además, lo que algunos clasifican como divertido tiene también mucho riesgo, y puede ocasionar consecuencias y secuela graves. Pero si racionalmente yo misma tengo claro estos conceptos, ¿por que no me quedo un ratito más en la cama en las mañanas del 6 al 14 de julio, al envés de encender la tele?De todas maneras, espero que los corredores salgan lo más ilesos posible de los encierros y que lo desfruten. Por que yo también desfruto vendo el encierro por la tele… aunque no sepa muy bien el por que…

No hay comentarios:
Publicar un comentario