Ya lo sé: estar “en persona” en un sitio y tener tu propia experiencia allí no tiene precio, pero cuando yo leo un buen libro que se pasa en una ciudad o país interesante, es casi como si yo me transportara al sitio en cuestión y hiciera mi propio viaje…
También me he leído “Notes from a Small Island”, de Bill Bryson. El autor,

americano, vivió en Reino Unido por muchos años, se casó, tubo hijos y volvió a los
EEUU. Años después, regresa al The United Kingdom, y comparte con el lector su visión muy peculiar de las ciudades, comidas, hábitos y de la cultura en general. Con mucha critica y buen humor, Bill pasea por diversas ciudades y pueblos ingleses. Hubo partes del libro que me han acordado mucho mi temporada en Irlanda, así que me gustó mucho, pero como no conocía la mayoría de los sitios mencionados, a veces me sentía perdida y sin comprender del todo sus comentarios.
No cambio un buen viaje por nada. Pero si el viaje tiene que ser imaginario, a través de un libro… oye, ¿por qué no?
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