miércoles, 15 de octubre de 2008

Una escena triste

Los viajes siempre “esconden” algo… Es decir, cuando uno viaja, va en busca de algo: de conocer algo nuevo, de pasar unas vacaciones entretenidas, de desconectar de su cotidiano, de averiguar una posibilidad de trabajo o morada, o simplemente “viaja en busca de sí mismo”. Hay quien diga que es mejor no crear ninguna expectativa, porque así no nos desapuntamos, pero, por lo menos para mí, no esperar nada es algo complicado… Más complicado quizás sea crear expectativas demasiado elevadas, porque pueden generar indeseadas frustraciones…

Os comento esto porque en mi trabajo hoy he presenciado una situación muy desagradable y triste a la vez, que me ha hecho pensar sobre lo que leva las personas a moverse de su país y depositar toda su esperanza en este cambio.

Trabajo en una empresa de recursos humanos, y un hombre se presentó, chapurreando castellano, buscando trabajo. Le comentamos el procedimiento habitual, en lo cual el candidato graba sus datos personales en un ordenador, y el dijo que no lo haría, pero que saldría de la oficina hasta que le conseguiríamos un trabajo. En resumen: el nos comentó que llegó a España hacía 3 años, y que hasta hoy no había conseguido un trabajo, que tenía mujer e hijos en su país (que no me acuerdo cual era), y que estaba viviendo en la calle desde hace semanas.


La situación se puso tensa: el hombre hablaba alto, nervioso, diciendo que no saldría la de oficina sin trabajo. Además, dificultaba la entrada y salida de personas por la puerta, y sacó sus ropas sucias de una mochila, para probar que vivía en la calle y no tenía donde ducharse ni lavar sus ropas.


En resumen, la policía fue accionada, intentó sacar al pobre hombre por las buenas, pero el seguía con la misma postura de “no salgo de aquí sin trabajo”. Cinco o seis policías le sacaran de la oficina y lo llevaran de allí esposado. Fue muy desagradable, triste y tensa la situación, y me quedé pensando en su grado de desesperación…

Este hombre había depositado todas sus esperanzas en este viaje a España, como se fuera la garantía de una vida mejor, o por lo menos de un trabajo digno, y de momento no había logrado ninguno de los dos. Así como el, miles de personas arriesgan sus vidas todos los días, en busca de una situación mejor. Y tú, ¿por qué arriesgas tu vida?

No hay comentarios: