martes, 23 de septiembre de 2008

Ciudadano del mundo

Hoy, a la hora de la comida, salió un tema del que, aunque no sea nuevo para mí, siempre me encanta hablar…

La pregunta clave es la siguiente: Y tú, ¿cómo es que has venido a España?

Bueno… Podría tirarme todo el día describiendo con miles de detalles mis “aventuras”, pero intentaré ser breve…
Lo primero es que creo que hay 2 tipos de inmigrantes. Un tipo está formado por personas que dejan a su país de origen porque el mismo está en guerra, o pasando por una situación económica muy mala, o porque no consigue trabajo en lo suyo (aunque haya estudiado), o simplemente porque considera que no tiene nada allí, y que le merece más la pena probar suerte en otro lugar antes que quedarse en su país. Este no es mi caso.

Yo estoy en el otro grupo, que es mucho más cómodo, según mi percepción. Este otro grupo está formado por personas que han decidido cambiarse de país por considerarlo una experiencia válida, para conocer diferentes culturas, aprender idiomas y crecer como persona.

Yo, al “estar inmigrante” (digo “estar” porque, si vuelvo a vivir en mi país de origen, dejaré de ser inmigrante), he dejado muchas cosas atrás… Dejé mi familia, amigos de muchos años, calles conocidas, comidas favoritas y que no hay en casi ningún otro sitio, diarios escritos en la adolescencia, miles de fotos, empleos… Y, por si no fuera poco, expectativas, comodidad, la seguridad de moverme en un entorno conocido y aquella sensación, muy particular, que uno siente cuando está en su país, y que solamente los que ya han “estado” inmigrantes saben como es…

Lo bueno es que he ganado mucho en experiencia, madurez, apertura de mente, domínio de idiomas, además de que he podido conocer a personas maravillosas, aprendiendo a valorar aún mas a aquellos a los que echo mucho de menos.

De momento, mi decisión es estar aquí. Igual que he decidido estar en otros países en otros momentos, ahora mismo, ESTOY aquí. Y feliz…

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