sábado, 11 de septiembre de 2010

Vida a Bordo

Pido disculpas por haber estado más de 2 meses sin escribir en mi blog. Algunos lectores me han dejado recado preguntado porque “ya os he emocionado y ahora no escribo más”, y reconozco que he pasado los últimos meses muy liada a punto de realmente no poder escribir. El motivo ha sido el siguiente: ¡he cambiado de trabajo!

La verdad es que estoy muy contenta con el cambio, pero esto en general toma su tiempo, y hay que dedicarse a ello. Aún más si tu nuevo trabajo requiere que, después de estar solamente 3 días en la oficina, te vayas fuera de viaje por más de 1 mes… Sí, ahora que trabajo en una empresa de cruceros, me estoy acercando lo máximo posible a la realidad de la vida a bordo…

Cómo yo nunca había estado en un navío de crucero, lo primero que mis jefes han decidido ha sido mandarme 1 semana “de crucero”, para familiarizarme con los procedimientos, instalaciones, rutinas, requisitos para trabajar a bordo y todo lo demás. Os lo puedo asegurar que ¡ha sido una experiencia increíble!

Yo me quedé en una cabina de pasajeros, con todo el lujo y regalías de cualquier pasajero, pero con acceso al área exclusiva de la tripulación, que es de verdad un mundo a parte – y que no tiene nada que ver con el área de pasajeros. He currado mucho, pero a la vez me lo he pasado genial…


Claro que me he mareado un poco y notaba mucho que el navío se movía. A veces, aunque estuviera en una reunión con alguien, yo “desconectaba” totalmente, dándome cuenta de que el navío se movía mucho, aunque la vida a mi alrededor seguía como si no pasara nada, y como si solamente yo me diera cuenta de que el navío se mueve todo el tiempo…

Para el mareo hay un remedio: en la recepción me han dado unas pastillas específicas antimareo, para que yo tomara cada 6 horas, y con eso lo he pasado bien. Acerca del movimiento del navío… bueno, eso es algo que no se puede evitar.

El navío es un mundo aparte, con sus reglas propias, horarios peculiares, jerarquía y procedimientos que no se ve en ningún otro sitio. Quizás lo que más se acerque a un navío en tierra sea un hotel de 5 estrellas, pero aun así la comparación se queda corta. Hay muchas cosas en un navío que solamente se viven estando allí…

Bueno, después de 1 semana a bordo, me fui durante 3 semanas a Brasil para seguir haciendo mi nuevo trabajo, que incluye seleccionar a los futuros tripulantes. ¡Vaya responsabilidad tengo ahora! Para mantener el navío funcionando las 24 horas del día, hay que encontrar la gente adecuada, y en esto estoy.

Después de este contacto intenso con tripulantes y ex tripulantes y con personas que dedican sus vidas a actividades relacionadas a los navíos, reconozco que sé mucho más de este mundo de los cruceros de lo que yo sabía hace 1 mes. Por otro lado, hay mucho más por descubrir, y este nuevo desafío se me hace muy, pero muy interesante…

Bueno, ahora mi vida estará así, dividida entre tierra y mar… ¡Bienvenidos sean los cambios!

¡Porque yo también me lo merezco!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Puxa Ju

Que mudança bacana! Desejo tudo de bom nessa nova etapa. E sim, siga escrevendo...adoro ler as suas histórias e também é uma maneira de me sentir menos só desse lado de cá do Atlântico longe da família e dos amigos de lá. Bjoca e sucesso

Anónimo dijo...

Esqueci de colocar o nome. Sou eu, Flavinha

Observadora dijo...

Oi Flávia, que bom que você gostou do post!
Tudo de bom pra você também!

Tata Carvalho dijo...

Só não entendi uma coisa (mi español es fueda!)..
vc trabalha no navio ou fora dele?!

geeeeeeeente, e que mudança?!
que delícia!!
parabéns!!!!

e please, atualize sempre!
bjos e saudades!