En mis anteriores años viviendo fuera de Brasil no eché tanto de menos al carnaval, pero este año si. Además, dos personas me han preguntando por qué se celebra tanto el carnaval allí, y yo sigo sin saber la respuesta. Estas dos “excusas” son suficientes para que comparta con vosotros un poco de cómo celebramos esta fiesta en mi país.

Hay muchas maneras de celebrar el carnaval, pero la más famosa sin duda es la de los carnavales del Río de Janeiro. Las escuelas de samba, mucho glamour, mujeres con cuerpazos que desfilan y samban semidesnudas, percusión, mucha música y alegría: estas son algunas de las imágenes más difundidas por el mundo del carnaval de Brasil. Hay otro carnaval también muy famoso, el que se celebra en Salvador, dónde multitudes bailan y se divierten detrás de los tríos eléctricos mientras cantantes y músicos hacen sus presentaciones en cima de estos camiones que se mueven por las calles petadas de gente. Pero estos dos ejemplos no agotan, ni de lejos, las posibilidades de pasarlo bien y celebrar los carnavales en Brasil…
Cómo es un grande puente, la gente lo va a celebrar seguro, de una manera o de otro. Lo de ir al Río de Janeiro asistir a un desfile o desfilar en una de las escuelas es una posibilidad muy interesante, pero a la vez bastante cara. Yo, por ejemplo, solía ir a ver los desfiles de carnaval de mi ciudad (que eran bastante más modestos que los de Río, pero yo lo pasaba genial con mis amigos y todo el ambientazo que se montaba). El ambiente general del carnaval está muy relacionado a samba, playa, calor (tened en cuenta que estamos en pleno verano allí, a unos 40 grados de temperatura en buena parte de país), bebidas, “rollos” y a pasarlo bien.

Enfin, sigo sin saber por qué el carnaval de Brasil ha ganado las dimensiones que tiene hoy. Quizás por la belleza de sus fiestas, quizás por la locura que invade a las personas en estos días, quizás por las dos cosas a la vez. Lo que sé es que hay mil maneras de celebrarlo, y que este año lo echo mucho de menos…
