
Me matriculé en un curso intensivo de inglés en el centro de Madrid. Tenía 2 horas de clase cada día, y lo que yo buscaba más que nada era volver a tener un contacto diario con el idioma. Una chica francesa que visitaba a su novio peruano que vivía en Madrid (¡vaya mezcla!) estudiaba en mi clase, y cuando comenté que quería irme a vivir en un país de habla inglesa, ella me comentó que había trabajado de Au-Pair en Irlanda, y que me daría el e-mail de a agencia de Au-Pair para que yo me pusiera en contacto.

Esta noche costé quedarme dormida: daba vueltas y vueltas al tema de irme a Irlanda. La verdad es que yo nunca había pensado en Irlanda cómo un destino para mí, y también conocía muy poco sobre el país y su cultura. Esta misma noche, después de largas horas haciendo distintas búsquedas en Google sobre el país de la Guinness, envié un e-mail a la agencia de Au-Pair solicitando información. Al día siguiente me llegó la respuesta.

Me gustó la rapidez pero también el trato que me ha dado la persona de la agencia de Au-Pair. Aun así, en los días siguientes contacté a no sé cuantas agencias de Au-Pair en distintos países, pero por varios motivos (precio, duración del programa, condiciones, etc), la agencia indicada por mi compi parecía la mejor opción.

Total: en poco más de 2 meses, organicé todo para mi viaje (eligir la familia con la cual viviría, hacer los tramites burocráticos, dejar a mi trabajo en España, etc) y el 7 de Septiembre del 2007 volé a Irlanda, con un billete que me ha costado 49€. Fue con la intención de quedarme 4 meses, pero como toda iba bien, me quedé 6.

El saldo de mi instancia en Irlanda: 200€ en el bolsillo (y esto considerando que como Au-Pair cobraba solamente 400€ al mes, pero tenía casa y comida pagados), varios viajes a distintas ciudades del país, amigos de todas las partes del mundo, un nivel de inglés bastante más alto de lo que tenía antes del viaje (hoy más de 50% de mi trabajo es en inglés), una experiencia muy valida en mi curriculum y mucha historia que contar. Irme a Irlanda fue, sin duda, una decisión muy acertada… Ah, y saludos a San Patricio, patrono de Irlanda, que celebró su día el pasado 17 de marzo (es la fiesta más importante del país).